lunes, 15 de septiembre de 2008

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Félix Berumen Romina, Puga Silva Ana Lilia y Salinas Rivera Mariana

FECHA DE ELABORACIÓN: Septiembre 2008.
ASIGNATURA: Desarrollo Psicológico II
TEMA: Desarrollo Psicosocial en la Infancia Intermedia. Autoconcepto y Autoestima.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Introducción

En la niñez temprana (que va de los 6 a los 12 años) los niños desean hacer más y más cosas, pero en esta etapa aprenden que algunas de las cosas que quieren hacer reciben la aprobación de los demás, mientras que otras reciben el rechazo de los demás. Por tanto, aparece un conflicto entre su deseo por hacer cosas y su deseo de recibir la aprobación de otras personas.

Los niños que aprenden a regular estas directrices opuestas desarrollan el coraje para perseguir metas sin sentirse inhibidos por la culpa o el miedo al castigo.

A medida que los niños y las niñas entran en la niñez intermedia, empiezan a desarrollar una verdadera comprensión del yo, a estar conscientes de sus características, de sus propios valores, normas y metas y a desarrollar normas para su propia conducta.

Conforme los niños y las niñas empiezan a desarrollar una conciencia real, también empiezan a definirse a sí mismos, desarrollan su autoconcepto, identidad y autoestima.

¿Qué son el autoconcepto y la autoestima?

A pesar de que los términos de autoconcepto y autoestima suelen utilizarse como sinónimos es importante mencionar que representan cosas distintas. El autoconcepto se refiere a la descripción que un individuo hace de sí mismo, mientras que la autoestima se relaciona más con una evaluación de la persona de su autoconcepto. Por tanto la autoestima en un niño está constituida por una evaluación subjetiva de la información que él utiliza para describirse.



La autoestima también puede conceptualizarse como la relación que existe entre el yo ideal y el yo real. El yo real es un concepto que incluye las cualidades, características y habilidades que el niño percibe como reales de si mismo, mientras que el yo ideal es la imagen interna que tiene el niño a cerca de como le gustaría ser. Si el yo real se encuentra muy lejos del yo ideal, el niño sentirá que le falta mucho para lograr ser lo que quisiera ser, lo cual generará sentimientos de inadecuación y una autoestima baja.

El desarrollo del autoconcepto pasa por diferentes etapas, una primera más idealista, durante la infancia temprana (3-6 años de edad), en la cual el niño y la niña se centran más en sí mismos; es decir, no se comparan con los otros, no evalúan el alcance de sus potencialidades y se adjudican características que probablemente desean o admiran.

A los tres años de edad, un niño se define por sus características personales, usualmente positivas y exageradas. Por ejemplo: “soy el más grande y el más fuerte”; “soy la corredora más veloz y la que puede saltar más alto”; “puedo cantar las canciones más bonitas”.



Posteriormente, durante la niñez intermedia (para la mitad de la escuela elemental o primaria) la mayoría de los niños y las niñas empieza a desarrollar un concepto del yo más realista, pues logran una mayor capacidad para valorar sus características y habilidades personales, sobre todo, al compararse con sus iguales y admitir que no son tan capaces en algunas áreas como en otras. Por ejemplo, un niño puede decir: “soy un buen lector pero me cuesta la geografía”. Una niña puede expresar: “soy buena corredora, pero no nado bien”.


Una autoestima alta significa que el niño es seguro de sí mismo, consciente de sus habilidades y limitaciones, se aprecia, se sabe único y en general se siente querido, respetado y valioso. Estas características le dan la oportunidad de desarrollarse adecuadamente en el área social, académica, deportiva y familiar, pues al confiar en si mismo tiene la posibilidad de aprovechar sus habilidades y capacidades. Por ello fomentar en el niño su seguridad emocional, su sentido de valía y en general su autoestima durante el periodo preescolar y recibir el influjo de las experiencias de éxito y fracaso, del niño, así como de las interacciones de los progenitores es vital para su crecimiento psicológico y social.

Areas

La autoestima de un niño se basa en el desempeño y el grado de satisfacción que experimenta en todo aquello que para él es importante. Por esto es importante considerar la autoestima desde distintas áreas.

El área social re refiere al valor que un niño se da a si mismo en relación con su grupo de amigos, valora qué tan importante se siente y qué tan tomado en cuenta se percibe por los demás, si sus opiniones valen y si los otros niños lo buscan, lo llaman, lo invitan y lo toman en cuenta. Todo niño necesita sentirse importante para su grupo de compañeros, lo importante para ellos es ser alguien para los demás y sobresalir en algo.

El área Académica implica la evaluación que un niño hace de sí mismo como estudiante, lo importante que es que un niño se sienta cómo y satisfecho con su rendimiento académico, ante sí mismo y ante el grupo.

El área académica requiere de una consideración especial, pues en ella entran en juego tanto valores como anti valores. Los anti valores pueden ejemplificarse con lo términos que los niños utilizan para burlarse de los niños que son dedicados al estudio


El Area Familiar. Esta es una de las más esenciales en la vida de un niño, puesto que su familia es idealmente el contexto donde un niño va a aprender a crecer como un individuo, a conocerse, a entenderse, a aceptarse a si mismo y a cimentar las bases de sus valores, ideales y principios sobre los cuales edificará más adelante su propia vida. En el seno familiar es donde un niño aprende a sentirse querido, aceptado o rechazado, confiado o desconfiado, dependiente o independiente, seguro o inseguro de si mismo y del mundo que lo rodea y a considerarse a si mismo como un ser humano importante y valioso.

Un niño con una autoestima familiar adecuada es un niño que se siente querido por parte de sus padres y hermanos, que puede expresar abiertamente sus pensamientos y sentimientos, que se siente seguro al estar con su familia, que disfruta de realizar actividades con ellos y que se considera un miembro importante y significativo para los demás.



El área de imagen corporal incluye los sentimientos de un niño en relación con su apariencia física y sus habilidades. Algunos niños suelen ser el foco de atención y muchas veces de burla por parte de sus compañeros y/o maestros cuando se encuentran en situaciones en las cuales su desempeño depende casi exclusivamente de sus destrezas físicas. Esto afecta mucho la autoestima personal del niño, a la vez que la social. Aunque no necesariamente es así en todos los niños, algunos se sienten menos por su falta de habilidad física, por lo que su desempeño es deficiente.

Un niño con una autoestima de imagen corporal alta es aquel que se siente a gusto con la forma en la cual los otros lo ven, que está contento de ser como es físicamente, que tiene las habilidades básicas para realizar las actividades del colegio tan bien como sus compañeros y que tiene una estatura y peso normales para su edad.


El área de autoestima global se refiere a la apreciación total o global que hace un niño de si mismo. También puede conceptualizarse como un área que incluye todas las demás áreas mencionadas, de manera que, aunque un niño tenga la autoestima más alta en algún área que en otra, pero en general se encuentre cómodo consigo y se desempeñe de manera adecuada dentro de su medio, puede considerarse como un niño con una autoestima adecuada.

Un niño con una autoestima global alta se siente contento de ser quien es, de ser como es y de tener las fortalezas que tiene y acepta sus debilidades. Se acepta a sí mismo como es, está dispuesto y abierto para cambiar ciertos aspectos que considera negativos de si miso y tiene deseos de mejorar y crecer.

Importancia de estos conceptos

Si un niño se siente querido y respetado por sus padres, amistades y maestros, aprenderá a quererse y respetarse a sí mismo. Así tienen mayor capacidad para actuar en forma independiente, para tomar decisiones y asumir responsabilidades, para enfrentar retos y una mayor tolerancia a la frustración, que les permiten afrontar de mejor manera las contradicciones y los fracasos. Esto indica que la autoestima tiene una gran influencia, tanto en el control emocional, como en la dirección de las conductas de la persona.

Muchos autores y autoras coinciden en que las personas que presentan un autoconcepto positivo, tienen mayor capacidad para actuar en forma independiente, para tomar decisiones y asumir responsabilidades, para enfrentar retos y una mayor tolerancia a la frustración, que les permiten afrontar de mejor manera las contradicciones y los fracasos. Esto indica que el autoconcepto tiene una gran influencia, tanto en el control emocional, como en la dirección de las conductas de la persona.

Alta y Baja Autoestima

Suele suceder que la imagen que los demás tienen de una persona, no guarda relación con la imagen que esa persona tiene de sí misma.

El niño o niña que tiene una autoestima alta confía en sí mismo para enfrentar los retos e iniciar nuevas actividades, confía en sus propias ideas, establece sus propias metas, es curioso, hace preguntas, investiga y desea experimentar cosas nuevas. Se describe a sí mismo de manera positiva y se muestra orgulloso de su trabajo y sus logros. Se siente cómodo con los cambios, se adapta bien al estrés, puede manejar la crítica y la burla y persevera ante la frustración.


El niño o niña con una baja autoestima no confía en sus ideas, no se cree capaz de iniciar actividades o enfrentar retos, no muestra curiosidad o interés por explorar, sino que prefiere rezagarse y mirar, se retira y se sienta aparte de los otros niños. Se describe a sí mismo en términos negativos y no se siente orgulloso de su trabajo. Cuando se siente frustrado abandona con facilidad y antes situaciones de estrés muestra un comportamiento inmaduro.

Origen de la Baja autoestima y problemas asociados a ella

Los problemas en la autoestima pueden tener su origen en diversas causas. Si estamos interesados en evaluar la autoestima de un niño, se debe determinar (hasta donde sea posible) de donde proviene el problema, así como en que áreas y en que forma se manifiesta.

Devaluación de niño
Con frecuencia los niños reciben mensajes negativos acerca de si mismos por parte de las personas más significativas en su vida. El no valorar ni dar crédito a un niño por sus esfuerzos, habilidades, cualidades y un buen comportamiento constituyen formas de devaluación. Otra forma común de devaluar a un niño es a través de apodos y/o la imposición de etiquetas que conllevan a un juicio de valor negativo.

Falta de habilidad

El problema en algunos niños se debe a que carecen de las habilidades necesarias para desempeñarse bien en una o más áreas. Por ejemplo, si un niño tiene dificultades para comunicarse con sus compañeros, expresar sus opiniones, defender sus derechos y saber como y cuando tomar la iniciativa o participar en una conversación, probablemente tendrá una autoestima social pobre. Otro ejemplo puede ser un niño que presente una falta de habilidad específica, como lectura o atletismo, lo que puede ocasionar una autoestima baja en las áreas académicas y de imagen corporal.


Problemas e impedimentos físicos reales

No es raro que los padres, los maestros y los conocidos de un niño con problemas o defectos fiscos u otros problemas, como los de aprendizaje, conviertan ese aspecto en el foco primordial detención e interacción entre ellos y el niño. Esto se añade a la limitación real del niño crea en el una sensación de inferioridad, inadecuación y rechazo. El niño puede llegar a sentirse avergonzado de ser quien es lo que tiene como resultado una falta de aceptación de si mismo y una autoestima global baja.

Medio demandante (expectativas muy altas)

Las expectativas que las personas tienen de los niños influyen sobre su autoestima. Lo que los niños esperan y exigen de si mismos proviene de varias fuentes (por ejemplo, de diferentes personas) y cambian según su edad. Los niños y los adolescentes con autoestima baja adoptan expectativas muy altas y a veces inalcanzables, lo que les obliga hacer esfuerzos constantes para alcanzar metas altas y difíciles de lograr, por lo cual experimentan más fracasos que éxito.
Sobreprotección

La sobreprotección se refiere a un patrón de crianza en el que se cuida y se protege a un niño de tal manera que no se le da la oportunidad de enfrentarse a las tareas y situaciones “normales” para su edad y sexo. La sobreprotección afecta la autoestima en un niño de dos formas: el niño puede crecer con la idea de que el mundo en general es un lugar poco seguro y confiable o que no es capaz de cuidarse y manejarse por sus propios medios por lo que crece como una persona dependiente, insegura y desconfiada de sus propios cuidados y de si mismo. Además impide que un niño adquiera las habilidades y destrezas que la mayoría de los niños de su edad ya han adquirido.

Estilo de pensamiento inadecuado

La autoestima de un niño se ve afectada no solo por lo que hace si no también por lo que piensa que hace. Los niños con autoestima baja muestran a menudo una forma peculiar de interpretar el mundo externo, a veces no ven la realidad tal como es si no que la distorsionan de alguna manera. Los niños con autoestima baja suelen actuar de alguna de las siguientes maneras:

1. Enfocan con exageración un detalle negativo de su persona.


2. Sacan conclusiones en base de un solo incidente.


3. Sobreestiman los sucesos negativos (magnificación) y subestiman los eventos positivos (minificación).

4. Tienden a asumir una responsabilidad personal por eventos negativos.


Estas son algunas de las frases que comúnmente los niños con baja autoestima pueden decir y algunas posibles formas de sustituirlas:

"No valgo para nada": Todo el mundo vale para algo, lo que sucede es que a veces nos empeñamos en llevar a cabo actividades para las que no tenemos habilidades, mientras ignoramos o no damos importancia a aquellas que nos salen bien.

"Todo me sale mal": seguro que si simplemente piensas en el día de hoy eres capaz de decir al menos tres cosas que has hecho correctamente. Las frases que suelen referirse a la globalidad deberían ser sustituidas por frases más concretas que sólo se refieran a lo que realmente ha salido mal.

"Nadie me quiere": cuando oigan a alguno de sus hijos decir esta frase, no la pasen por alto. Es un fiel reflejo de los sentimientos de ese niño. Quizá sea un buen momento para buscar ayuda de un psicólogo que evalúe la autoestima de su hijo y que les ayude y enseñe tanto a ustedes, como al niño, a mejorarla.



Problemas asociados

Un niño que tiene una autoestima baja, no se aprecia lo suficiente a sí mismo, por lo cual suele sentirse inseguro y poco valioso. Esto puede ocasionar innumerables problemas psicológicos y de salud tanto física como emocional. Un niño sin una buena opinión de si puede desarrollarse como una persona tímida, insegura, dependiente, desconfiada, deprimida, agresiva, temerosa, complaciente inhibida y poco comunicativa. Así se pierde de muchas oportunidades de crecimiento que la vida proporciona al no compartir sus sentimientos, ideas y puntos de vista con los demás.

Otros niños al buscar con ansia el afecto y el aprecio y la aprobación de sus padres, maestros y compañeros se vuelven “sofocantes”, serviles o extremadamente complacientes.

A veces algunos niños se aprovechan de esta situación y buscan a los niños inseguros para conseguir algo de ellos (como ayuda académica o económica), pero los rechazan cuando no cumplen con sus expectativas o deseos. Y aún cuando un niño sepa que lo están utilizando, prefiere someterse a los mandatos y juegos de los demás con tal de lograr cierta aceptación y sentir que tienen algunos amigos.

Por otra parte, algunos niños que se sienten inseguros o inadecuados consigo mismos se aíslan física y/o emocionalmente de las personas que les rodean o se comportan de manera violenta y agresiva con ellas.

¿Cómo Fomentar una Buena autoestima en los niños?

Los padres o las personas encargadas de cuidar de los niños pueden ayudarlos a lograr un buen autoconcepto, de manera que desarrollen su sentido de iniciativa y deseo de hacer cosas, sin sentirse demasiado reprimidos o culpables. Es decir, los padres y cuidadores han de actuar de manera que acrecienten la autoestima de los niños en vez de hacer lo contrario.


Primero, se debe evitar utilizar frases negativas y repetitivas cuando nos refiramos al niño. Es decir, borrar del archivo de expresiones de los padres como: "que malo eres", "este niño es un desastre", "eres un vago", "no tienes vergüenza", "de mayor no vas a servir ni para recoger basura", etc. No se logra nada bueno con ellas, al contrario estas frases afectan la autoestima. De tanto oírlas, el niño podría creerlas verdaderas e incorporarlas a como piensa que es y actuar en consecuencia de esa manera.

Algunas recomendaciones para fomentar una autoestima alta de un niño se enlistan a continuación:


1. Platique y juegue con el niño no solo permanezca a su lado.


2. Manténgase atento a sus intereses y compártalos con el.


3. Esté atento de sus problemas y necesidades. Conviértase en su amigo, apoyo y guía.


4. Enséñele valores claros, congruentes, prácticos y realistas que se constituyen en una guía clara para su vida.


5. Ayúdele a conocerse de manera realista, sin sobrevalorarse, ni criticarse mas de los sano.


6. Sea consistente de sus premios, reconocimientos y castigos. Así, evitara confundir al niño y su mundo será congruente y claro.


7. Corríjalo verbalmente. Respételo, en general, evite pegarle.


8. Al llamarle la atención, critique el hacer y no hacer.


9. Dele libertad aunque poniéndole límites claros pero flexibles.


10. Permítale expresar sus ideas, deseos, sentimientos y emociones.


11. Ayúdelo en las tareas académicas que le resulten dificiles, aclarando y resolviendo juntos sus dudas.


12. Ayúdele a ser bueno en algún deporte.


13. Ayúdele a desarrollar alguna habilidad especial en alguna área (cultural, artística, intelectual, etc.)


14. Ayúdelo a desarrollar habilidades sociales adecuadas que le permitan ser buen amigo, ameno, interesante y autentico.


15. Ayúdelo a mantenerse actualizado en sus áreas de interés.


16. Ser cariñoso con el, y permítale que el lo sea con usted


17. Este pendiente de sus éxitos y de sus fracasos. Reconozca sus éxitos y ayúdele a superar sus fracasos.


18. No pretenda que se comporte como un pequeño adulto. Permítale ser un buen niño libre que, con base en limitaciones realistas, pueda explorar y conocer su mundo.

19. Evite la utilización de absolutos y mandatos al referirse a el.


20. Escúchelo cuando le hable y tome en cuenta sus opiniones.


REFERENCIAS

Aguilar, G. (2002), Problemas de la Conducta y Emociones en el niño normal. Planes de ayuda para padres y maestros. Trillas, 1ª. Edición.Bee,

Bee, L. (1984), El Desarrollo de la Persona en Todas las Etapas de su Vida. Harla, México.
Craig , G. J. (2001), Desarrollo Psicológico, Pearson, E.U.A.

Freijo, A. (2004), Familia y Desarrollo Psicológico, Pearson, España.

Naranjo, P. M. (2006), El Autoconcepto Positivo, Un objetivo de la Orientación y la Educación. Universidad de Costa Rica, Facultad de Educación. Instituto de Investigación en Educación. Obtenido el 11 de Septiembre del 2008 en http://revista.inie.ucr.ac.cr/articulos/1-2006/archivos/autoconcepto.pdf


Papalia, D. (1998), Desarrollo Humano con Aportaciones para Iberoamérica, Mc Graw Hill, Colombia.

Shapiro, L. (1997), La inteligencia Emocional de los Niños. Grupo Zeta, Argentina.